La juventud es un tema amplio, sobre el que muchos narrarán vivencias propias o ajenas, sin embargo mi elección ha sido describir, de un modo más o menos acertado, la influencia de dos amigas. Sin más dilación presentaré a estas viejas conocidas, por muchos: “la modelo dé revista” y “la noche”.
La “modelo de revista”, aquella que ha logrado influir a muchas de las jóvenes de hoy en día. Si se dirigen al kiosco más cercano se encontrarán unos manuales de moda con diferentes títulos: “Vogue, Cosmopolitan, Ragazza... etc.” En ellos aparece ella: con sus medidas espectaculares, su pelo largo y rubio, y su vestido ajustado. Gracias a estos manuales muchas jóvenes actuales están sumergidas en la pesadilla del cuerpo 90-60-90. Pero estas medidas no son muy habituales en las mujeres corrientes por lo que muchas optan por dos opciones: la primera es someterse a dietas tortuosas, insanas y que no solo tienen efecto rebote sino que son de lo más perjudiciales para su salud, un ejemplo de ésta es la conocida “dukan”, que espero que cada vez menos jóvenes la sigan. El otro modo es hacerse amiga de “Mía” y de “Ana” como muchas llaman, en foros secretos donde relatan sus experiencias, a la Anorexia y la Bulimia. No me detendré a explicar los efectos de cada una de ellas ya que considero que ambas son ampliamente conocidas por todos. Aun así, me atrevo a contarles que he vivido de primera mano cómo una de estas enfermedades casi se lleva la vida de una amiga; su impotencia al ver esos cuerpos de cine, se sumergió en la rutina de meterse los dedos en la garganta. Ella solo quería de una manera rápida lograr un cuerpo bonito y que los demás la identificasen por ello. De este modo mientras buscaba de la manera más peligrosa un tipo de revista, su ojo fue creando un espejismo, en el que solo hallaba un corazón frágil y susceptible dentro de un mundo frívolo y superfluo.
Otra influencia de mi amiga “la modelo”, es su “look”. La imagen que ella transmite ha provocado la falsa idea de que “menos es más”. Los vestidos ajustados, las faldas de extensión semejante a un cinturón y los escotes son un básico de la noche. Sin embargo esa imagen de chica sexy para algunas se identifica con el “ir pidiendo guerra” de otros. Por tanto recomiendo a aquellas que optan por dejar la edad de la inocencia a un lado, que se replanteen si es esa en realidad la imagen que quieren dar; o bien solo un reflejo más de lo que la sociedad, las series y revistas logran sobre las jóvenes.
Llegados a este punto, toca presentar a: “la noche”. Para ella es necesario que sus nuevas amigas adopten el “look” anteriormente citado. Una vez lograda esta imagen solo queda seguir el modo “pantera”, que mis amigos utilizan para designar a las cazadoras de la noche. Una “pantera”, es aquella que en cada ocasión utiliza a un hombre distinto para saciar su inseguridad. Por triste que parezca en la sociedad que hoy vivimos la cantidad es más importante que la calidad. Y mucho más triste es que el alcohol sea ese empujoncito que muchas emplean para atreverse a hacer todo aquello que con sus capacidades volitivas en plena forma, ni se plantearían.
Por último he de decir que la reivindicación del “playboy” masculino, no ha tenido una peor consecuencia para muchas jóvenes de hoy en día, que su sustitución por la del “toy-boy”. Pero, ¿es acaso esto un símbolo más del poder femenino? O, sin embargo ¿una muestra de debilidad y cobardía, en un mundo donde se lleva la “barbie mala”?
